12.27.2010

Tell Me What You Want to Hear

Tengan ustedes un buen día, vaya que abandoné esto, pero eso no es noticia nueva, lo escribo siempre.

Hoy me hallo escribiendo mientras espero que mi cabeza reaccione y me diga qué es lo que quiero, pero esperen! No estoy existencialista, sólo no defino que quiero hacer en el futuro próximo, léase ver TV, salir, etc.

Ya habiendo escrito los párrafos de introducción (y relleno), supongo podré escribir algo con un contenido.. bueno. Pues no, no lo haré, pude haber sido bueno para escribir pero el destino hizo que no lo fuera, miento, también hay que culpar la propia pereza.

Otro asunto, al que internamente llamo “La Sal del Escritor” es cuando visitando al mundo mismo se atraviesa una idea quw quiere ser desarrollada en un escrito, quizá hasta en un libro pero el capricho sólo se realiza cuando no hay un medio para escribirlo.

Lectores que escriben, ¿cuántos han sufrido porque se sientan y se les fue lo que querían escribir?

A veces es toda la idea la que se va e incluso se va con ella las ganas de escribir, cosa que me ha pasado mucho. Pero la forma de abandono que yo más odio es cuando una idea no se va del todo, se queda el nombre pero se va la esencia.

Es ahí cuando se cae en la improvisación al escribir, terminando en algo que al autor no le gusta y que quema la idea, a pesar de que la esencia inicial era muy buena.

No me queda desear a todos los que leo que sigan escribiendo como lo hacen, mi solidaridad cuando pierden de una u otra forma lo que quieren escribir.

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